“La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía.”[1]

Estas personas que nos enseñan cómo alcanzar la meta, son los Santos: cercanos, porque compartieron nuestras fragilidades y nuestras luchas, pero verdaderas estrellas de nuestra vida, porque vivieron las virtudes en forma extraordinaria.

Este blog quiere hacerte conocer a una mujer ejemplar. Hoy la Iglesia, que es Madre de los Santos, está estudiando y valorando sus virtudes y sus obras que hoy perduran: es la Venerable, Madre Eufrasia Iaconis, Fundadora de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires.



[1] Spes Salvi, N° 49

viernes, 7 de agosto de 2015

AÑO CENTENARIO DE LA PARTIDA AL CIELO DE LA MADRE EUFRASIA


Con alegría hemos iniciado el Año Centenario de la partida al Cielo de la Madre Eufrasia, que recorreremos hasta el 2 de agosto de 2016. Compartimos el logo que identificará esta celebración tan especial para todos los que admiramos a la Sierva de Dios y pedimos su constante intercesión.






LOGO DEL AÑO CENTENARIO
DE LA PARTIDA AL CIELO DE LA MADRE EUFRASIA


El logotipo que identificará las celebraciones del «Año Centenario», se compone de los siguientes símbolos:

·        Perfil delineado de la Madre Eufrasia: es la figura central, ya queel logo recuerda su partida al Cielo, de la cual se cumplirán 100 años, el 2 de agosto de 2016.El rostro presenta un aspecto juvenil, porque su vida fue breve, pero fecunda. Posee una sonrisa en los labios, signo de la alegría y calidez que la caracterizaban. Sus Hijas testimoniaron que se sentían junto a ella como al lado de una «madre».

·        Cruz: simboliza la fortaleza, virtud que la Sierva de Dios practicó intensamente durante toda su vida. Tuvo que afrontar grandes tempestades que culminaron en el nacimiento de una nueva Congregación. Lo hizo con su alma grande, su virtud heroica, su fuerza enérgica y su mente emprendedora[1].

·        Flores: representan a la «mujer». Son símbolo de auténtica femineidad y delicadeza. Se muestran simples, sencillas, evocando la «normalidad». Esta «normalidad», que es la base de una vida santa, requiere una verdadera ascesis, para vivir con realismo, coherencia, apertura a los demás… para hacer de la virtud «lo normal», como lo hizo la Madre Eufrasia.

·        Estrella: tiene un doble significado. Evoca el Cielo, hacia el cual dirigió siempre sus pasos la Madre Eufrasia, con inquebrantable esperanza. Como afirma el Padre Gambón: ... ya desde la niñez se acostumbró a levantar muy alto la mirada, para ponerla sólo en el cielo, donde su corazón había puesto su tesoro[2]. Y evoca tambiéna María Inmaculada, su tierna Madre, a quien amó y enseñó a amar profundamente.

·         Años 1916-2016: expresión del tiempo, que aquilató la fama de santidad de la Sierva de Dios. 100 años que resaltan la actualidad del carisma que ella custodió y transmitió fielmente. Sin duda, en el mundo de hoy impera una «cultura de muerte», provocada por el olvido de Dios. Nuestro milenio clama, muchas veces sin saberlo, por el reinado de la Inmaculada; tiene hambre de amor, de justicia, de verdad, de paz… hambre de la gracia divina que colmó a  la Virgen Santísima.

·        Lema: la expresiónmujer normal y fuerte,atribuida a la Madre Eufrasia, fue pronunciada en la sesión de clausura del proceso diocesano de su Causa de Canonización. El entonces Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Bergoglio, se refirió a la Madre con estas palabras, que había escuchado en su adolescencia y nunca olvidó. Muchos son los testimonios de admiración y reconocimiento que la Sierva de Dios ha recogido a lo largo de los años; pero, sin duda, estas palabrasse revisten de una gran importancia, ya que el Arzobispo que las reafirmó es hoy el sucesor de Pedro, a quien llamamos con amor y respeto filial: Papa Francisco.


[1] Madre EstanisladaTognoni, Cuaderno de apuntes y relatos de viajes.
[2] P. Vicente Gambón, S.J., Recuerdo biográfico de la Rvda. Madre Sor Eufrasia Iaconis, Superiora General de las Hermanas de Caridad, Hijas de la Inmaculada.